Cementerio de Reina
Distancia desde Marilope Hostal: 2.72km (17 minutos caminando).
Constituye un auténtico museo de arte funerario a cielo abierto que le vale el reconocimiento de Monumento Nacional gracias a la prodigiosa colección de esculturas atesoradas en la necrópolis (inaugurada el 21 de junio de 1839), a la extraordinaria riqueza artística, con esplendorosas obras en su mayoría de mármol de Carrara, hierro fundido y pizarra, junto a las lápidas finamente labradas en bajorrelieve como si fueran subtitulajes en una vieja película muda.
La importancia del cementerio General le viene dada por su arquitectura neoclásica, los nichos para enterramientos verticales y la archiconocida estatua de ?La Bella Durmiente?. Se trata de la escultura emplazada sobre una tumba en la sección D, cuya imagen representa a una hermosa joven dormida, recostada a una cruz, con un ramo de amapolas en su mano derecha, como símbolo de la vida; mientras, con su mano izquierda aplasta con suavidad una serpiente, en alusión a la muerte.
Se dice representa a una joven facellida a la edad de 24 años cuya madre encomendó a un artesano (dicen a un escultor italiano) erigiera la figura de una doncella, no muerta sino envuelta en un eterno sueño. Por otro lado, están quienes aseguran fuera su esposo, Vicente González, el encargado de mandarla hacer en Italia, sin saberse a ciencia cierta el nombre del autor. Ciertas o no, siempre encontrará entre sus manos flores, pues se comenta su enorme capacidad como mediadora ante los pedidos realizados.
Desde el punto de vista estético constructivo en el cementerio de Reina merecen especial atención las rejas de hierro que rodean las bóvedas y panteones, en ellas se evidencian el alcance del trabajo de forja y fundición de este material en el siglo XIX. Los artesanos concibieron variados diseños, tanto sencillos como muy elaborados, que indudablemente requerían de maestría y buenos talleres.
Cementerio Tomás Acea
Distancia desde Marilope Hostal: 2.65km (15 minutos caminando).
El proyecto y ejecución de se inspiró en las ideas más modernas de la época sobre las construcciones de este tipo y que dio como resultado el único cementerio-jardín de Cuba donde los recintos funerarios (bóvedas, mausoleos y tumbas) se integran armoniosamente al paisaje. Cementerios construidos con ese formato son característicos de ciudades del nordeste de los Estados Unidos los que se supone fueron visitados por los proyectistas del Tomás Acea.
El impresionante edificio central destaca por su semejanza con el Partenón, su frente monumental de orden dórico. La estructura de este inmueble es de sección rectangular, posee una galería perimetral soportada por 64 columnas, de fuste estriado con una altura de 7.15 m y un diámetro en la base de 1.30 m, y en el pretil lateral de 11.51 m lo que da una idea de su magnitud.